Sentado en una silla, maniatado y con un golpe en la cabeza que le provocó la muerte. Así fue como encontraron al churrero Antonio Romero, de 78 años, en su domicilio de Chiclana de la Frontera ayer por la mañana. Su esposa, Manuela Núñez, de 77 años, fue hallada gravemente herida en el lavabo de la casa, donde había sido encerrada.

Las primeras hipótesis señalan que los asaltantes, cuatro según la mujer, entraron en la vivienda con la intención de robarles la recaudación del día que Antonio solía guardar en su casa.

Los asaltantes golpearon primero a la mujer y la encerraron en el cuarto de baño. Después llevaron al hombre al patio, por donde habían entrado, y le agredieron.