CCentenares de familiares, amigos, empleados y representantes de la vida política, económica y periodística española despidieron a mediodía de ayer entre lágrimas y aplausos al presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, cuyo cuerpo recibió sepultura en el cementerio madrileño de la Almudena.

La ceremonia se inició con un breve responso oficiado por el sacerdote jesuita José María Martín Patino, el mismo que, entre bromas y veras, se inventó años atrás el alias Jesús del Gran Poder, que luego haría fortuna y que el propio afectado no rechazaba. "Fue un luchador por las libertades", "un líder de la comunicación" y "un amigo de sus colaboradores", destacó antes de rociar el féretro con agua bendita y proceder a la inhumación.

ADIOS EMOCIONADO Una vez acabada la sencilla ceremonia, los asistentes rompieron en un emocionado aplauso mientras los familiares más directos no pudieron evitar las lágrimas, especialmente su hija Isabel. "La emoción con que lo hemos despedido todos no es de cara a la galería, es auténtica, no puede fingirse", resumiría después en unas declaraciones a la cadena Cuatro, en la que ahora trabaja, el periodista Iñaki Gabilondo.

Entre las personalidades más destacadas que acudieron al sepelio estaban el expresidente Felipe González; el presidente de la Generalitat, José Montilla; el exministro de Defensa José Bono, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; así como el presidente del Grupo Zeta, empresa editora de EL PERIODICO EXTREMADURA, Francisco Matosas, y el vicepresidente ejecutivo, Antonio Asensio Mosbah.

Antes del entierro y durante todas la mañana, un auténtico reguero de personalidades visitó la capilla ardiente situada en la Fundación Santillana. Representantes del mundo de la cultura, como el premio Nobel de Literatura José Saramago, de la ciencia, como el cardiólogo Valentí Fuster, o del deporte, como el presidente del F. C. Barcelona, Joan Laporta, acudieron a rendirle un último homenaje.

Por otra parte, y tras una primera jornada en la que se limitó a mostrar su condolencia evitando cualquier elogio, el presidente del PP, Mariano Rajoy, acudió ayer por la mañana a la capilla ardiente y departió media hora con la familia. A la salida, definió al editor como "uno de los empresarios más importantes que ha habido en España en los últimos años", que construyó "prácticamente de cero un gran" grupo editorial y de comunicación. Poco después acudió a la capilla Eduardo Zaplana.