Los médicos aconsejaron al Papa Juan Pablo II que no acudiera a la Sala Clementina del Vaticano, donde tenía previsto presidir ayer la canonización de cinco beatos. Y fue el propio Pontífice quien tomó la decisión de informar de la prohibición facultativa al cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, que sustituyó al Papa, y leyó una carta del mismo Pontífice en el que se leía: "Por motivos de prudencia me han aconsejado que siga el desarrollo de la ceremonia desde mi apartamento a través de una conexión televisiva interna. Le confío a usted, señor cardenal, el encargo de presidir la reunión, autorizándole a actuar en mi nombre"