La reina Sofía entregará hoy un premio a Antonio Tejero, por supuesto no al golpista. Bien al contrario porque quien acudirá al Palacio de la Zarzuela es uno de los dos maestros placentinos que han sido premiados por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción por fomentar la tolerancia a través de los libros. Por ende el reconocimiento llega al colegio Miralvalle de Plasencia, de donde Antonio Tejero es director y donde también da clase la coautora del proyecto, María José Oviedo Macías, que durante todo el curso pasado promocionó la lectura como fuente de conocimiento y apertura de la mente a otras culturas. Ambos son los flamantes ganadores del premio a la Acción Magistral 2006 por un proyecto educativo que se ha impuesto sobre otros 43 finalistas de toda España. Las dos menciones especiales se han ido para centros de Cantabria y Almería. El colegio placentino recibirá 9.000 euros y otros tantos los maestros.

Antonio Tejero reconocía ayer sentirse "algo abrumado porque creo que este galardón viene a premiar el trabajo callado de muchos maestros y cuando lo recibamos nos vamos a acordar de nuestros compañeros". El premio está organizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Unesco y el BBVA con el objetivo primordial de distinguir y dar a conocer proyectos educativos que faciliten la transmisión de valores como la tolerancia, la solidaridad o la prevención de la xenofobia.

En resumidas cuentas valores que decoraron los pasillos del colegio en forma de un desierto árabe con oasis hechos de papel de plata, chozas africanas en cartulina o siluetas de vestidos con trajes típicos de Marruecos o Chile. Era el colofón a un intenso trabajo con 125 libros en las aulas que permitió a los escolares conocer y respetar otros mundos. Los de Infantil trabajaron la cultura japonesa, la africana los de primer ciclo, América los de segundo y tercero y Europa quinto y sexto. Lo que explica por sí solo el título del proyecto premiado, ´Viaje alrededor de los libros´.

La biblioteca del centro, pionera en el fomento de la lectura a nivel regional, está en la base de la experiencia que supuso, además, la tan deseada colaboración entre las familias y la escuela. Porque los padres se implicaron en la elección de los libros y en la ambientación del colegio en todo un ejemplo de participación. Por momentos el centro se llenó de niños, padres y hasta familias enteras de inmigrantes que fueron invitadas para dar a conocer sus costumbres en colaboración con la asociación Plasencia Acoge, lo que completó la experiencia intercultural.

"Me da mucha alegría este premio por el reconocimiento que supone al profesorado, a la implicación grande de los padres y del alumnado y por la proyección nacional que supone de una experiencia ya conocida en Extremadura".