TCtuando en el año 1948 mi padre se vino a vivir a Cáceres desde Asturias, mi abuelo Elías le dio este consejo: "Hijo, lee todos los días el periódico". La venta de periódicos es uno de los índices que se emplean para medir el desarrollo de los pueblos. Mi abuelo, que era un tipo listo, debía de intuirlo y mi padre, que en 1948 tenía 18 años, aprendió enseguida que la información es fundamental para salir adelante. Sin embargo, en Extremadura debe de haber pocos abuelos que den esos consejos porque tenemos el índice de venta de periódicos más bajo de España y uno de los más bajos de Europa.

La mitad de lo que sé se lo debo a los libros y la otra mitad a los periódicos. El diario me ha enseñado a entender lo que pasa y los libros me han ayudado a comprender lo que me pasa. Pero algo falla en Extremadura porque sólo se venden 58 periódicos por cada mil habitantes, cuando la media española es de 102. Nos superan todas las regiones del país, incluidas las pobres como Castilla-La Mancha (61 por mil), Andalucía (71), Castilla y León (96) o Galicia (118). En Europa, España sólo adelanta a Italia (101), Grecia (56) y Portugal (54). El índice del subdesarrollo, según la Unesco, está situado en 100. Cuando nos quejamos de que Extremadura es la región farolillo rojo, deberíamos mirarnos al espejo y reconocer que todos somos un poco culpables. Hagamos caso a los abuelos listos: "Hijo, lee todos los días el periódico". No es que por eso vaya a cambiar Extremadura, pero al menos empezaremos a entenderla, que es el primer paso para cambiarla.