La orden ultraconservadora de los Legionarios de Cristo hizo ayer su confesión más espinosa. El grupo admitió que su fundador, Marcial Maciel (1920-2008), abusó sexualmente de seminaristas menores y tuvo "otros graves comportamientos" y varios hijos, por lo que pidió perdón a las víctimas y renegó del sacerdote mexicano, según la agencia Efe.

La congregación difundió un comunicado 10 días después del fin de la investigación al grupo ordenada por el papa Benedicto XVI. "Son ciertas las acusaciones contra el padre Maciel, entre las que se incluían abusos sexuales a seminaristas menores", admite el texto, que concluye: "Ante la gravedad de las faltas, no podemos mirar a su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal". El texto reconoce que el religioso tuvo una hija "de una relación estable y prolongada", y que dos personas dicen ser hijos suyos de otra relación. Uno de ellos, Raúl González Lara, consideró ayer "ridícula" la confesión por no ir acompañada del "resarcimiento de los daños", que él cifra en 19 millones.

La declaración llega cuatro años después de que el Pontífice castigara al fundador de los Legionarios a renunciar "a todo ministerio público" y llevar una vida retirada. Maciel estaba siendo investigado desde 1997 por los abusos cometidos entre 1943 y los años 60.

El sacerdote fundó en 1941 los Legionarios de Cristo, una de las órdenes más conservadoras e influyentes de la Iglesia católica. Maciel estuvo muy cerca de Juan Pablo II y dirigió el grupo hasta el 2005.