Daoíz y Velarde, los dos leones de bronce que flanquean la escalinata principal del Congreso de los Diputados han "desaparecido" de su emplazamiento por obra y gracia de las obras acometidas en la plaza de las Cortes, que han obligado a taparlos con sendas estructuras de madera para evitarles daños.

Los turistas que esta mañana se han acercado al centro de Madrid con intención de ver el Palacio de las Cortes no han podido contemplar las dos esculturas obra de Ponciano Ponzano que, según reza la leyenda inscrita bajo sus dos pedestales, fueron fundidas "con los cañones tomados al enemigo en la guerra de África de 1860".

Dos grandes cubos de madera, en cuyo exterior aparecen sendas fotografías de los felinos a tamaño natural, cubren las dos figuras. En la parte inferior de estas estructuras puede leerse, en grandes letras de imprenta, la expresión "Protección Temporal". Fuentes parlamentarias han explicado que la protección se mantendrá al menos hasta finales de enero o principios de febrero, cuando se prevé que finalicen las obras en esta zona concreta de la plaza de las Cortes; también las hay en la Carrera de San Jerónimo.