Las nubes y la lluvia que se esperan este fin de semana en casi toda la península ibérica deslucirán las leónidas, la segunda lluvia de estrellas más importante del otoño, cuyo máximo de actividad se prevé para la noche del sábado al domingo.

Un poco más de suerte tendrán en Canarias y en el litoral mediterráneo, donde las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología no son tan malas y los cielos podrían estar más despejados.

No obstante, este año no es el mejor para ver las leónidas porque, además del mal tiempo, el brillo de la luna, que comienza a menguar, dificultará su visionado.

Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita alrededor del Sol entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros.

Estos fenómenos se pueden prever con antelación, ya que todos los años la Tierra en su camino alrededor del Sol atraviesa la trayectoria de varios cometas, en este caso el Tempel Tuttle.

UN LUGAR ALEJADO DE LA LUZ

Aunque las leónidas se pueden observar desde el pasado 6 noviembre hasta finales de mes, el máximo se espera para el día 17, según cálculos del Instituto Geográfico Nacional: aunque el mal tiempo y el brillo de la luna serán protagonistas, para intentar observarlas hay que buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica.

Las leónidas son estrellas fugaces cortas, rápidas y rojizas y suelen dejar una estela, explica el Centro Astronómico Tiedra en Valladolid.

La predicción asume que se podrán ver unas 18 fugaces a la hora, sin embargo, su actividad es muy variable, ya que todo dependerá del lugar de observación y de la fase lunar, además de la previsión meteorológica.

El portal de meteorología Meteored recuerda que no todos los años se puede apreciar con la misma intensidad, siendo cada 33 años su máximo; habrá, por tanto, que esperar hasta 2031 para volverlas a ver de manera más impactante, teniendo en cuenta que el último fue en 1998.

La primera lluvia de estrellas importante del otoño fueron las dracónidas -el máximo de actividad fue el 8 de octubre- y las últimas de esta estación serán las gemínidas; se calcula que el máximo será alrededor del 14 de diciembre.