El Ministerio de Sanidad se ha puesto como objetivo reducir en dos años en 300.000 el número de fumadores y en 4.660 millones de cigarrillos el consumo de tabaco. Según su titular, Elena Salgado, la reducción -- de un 3% y un 5%, respectivamente-- será fruto de la puesta en marcha, el 1 de enero, de la ley que ayer aprobó por amplia mayoría el Congreso de los Diputados. La norma impedirá que los fumadores enciendan un cigarrillo en el trabajo o en los bares y restaurantes sin zona especial. La sanidad pública no pagará el tratamiento para dejar de fumar.

Un gasto de 11.000millones de euros

Aunque 480 personas dejan de fumar cada día en España, el consumo de tabaco ha aumentado en los últimos meses, ya que quienes fuman lo hacen en mayor cantidad. Los 11 millones de fumadores españoles consumieron el año pasado 93.200 millones de cigarrillos, por los que pagaron 11.000 millones de euros (más de 1,8 billones de pesetas).

Las previsiones de Sanidad son que, como consecuencia de la entrada en vigor de las medidas de la ley, el número de fumadores se reduzca en un 3%, lo que equivale a más de 300.000 personas. Asimismo, el descenso en un 5% del consumo de tabaco supondrá a la industria tabacalera una bajada de la ventas de 4.660 millones de cigarrillos.

Salgado eludió avanzar cálculos económicos e insistió en que la ley "favorece a todos y no va contra nadie" y supone un "avance fundamental" en la defensa de la salud pública. "Los intereses de los ciudadanos deben primar sobre los comerciales", insistió la ministra.

Durante la defensa del proyecto en el pleno, destacó que los fumadores serán los más beneficiados con las restricciones en los lugares de trabajo, ya que tendrán menos ocasiones de fumar y, por tanto, fumarán menos e incluso tendrán una situación más propicia para dejarlo. "El ministerio hará lo máximo para que la aplicación de la ley sea lo más armónica posible", prometió su titular.

Sin tabaco en los despachos y bares

Cuando la norma aprobada ayer entre en vigor, el 1 de enero, estará prohibido fumar en centros de trabajo públicos y privados, establecimientos sanitarios y docentes, instalaciones deportivas cubiertas, zonas destinadas a la atención del público, centros comerciales, culturales, bibliotecas y museos, entre otros.

La ley, que situará a España en el club de los países de la UE con normas más restrictivas, prohíbe la creación de zonas de fumadores en el trabajo. El veto incluye todas las dependencias, incluidos los despachos, salas de reuniones --aunque los asistentes quieran fumar-- y las cafeterías de las empresas.

Los portavoces de CiU, PNV y BNG hicieron ayer alusión a la dureza de la norma en este punto, y recordaron su defensa durante la tramitación parlamentaria de las salas de fumadores. Pero este apartado ya venía aprobado por un inusual pacto PSOE-PP, primero en la comisión del Congreso, y luego en el Senado. El grueso de la ley fue aprobado por 297 votos a favor, 4 abstenciones y ninguno en contra.

El tripartido rechazalos tratamientos

Tanto el PP como CiU se volcaron en la defensa de que la ley incluyera el pago de los tratamientos de desintoxicación. Pero no lo consiguieron. La portavoz popular, Dolores Pan, apeló incluso a la "obligación moral" de financiarlos y argumentó que es responsabilidad del Gobierno poner todos los medios a su alcance para evitar la muerte anual por el tabaco de 50.000 españoles. Xucl acusó de "incoherencia" al PSOE, ERC e IU-IC.

Sin embargo, la moratoria publicitaria durante tres años en los circuitos de F-1 y motociclismo recibió 290 de los 300 votos. Nadie la defendió.