La primera ley climática de la Unión Europea, que busca reducir a cero las emisiones netas de gases con efecto invernadero para 2050 ha sido recibida este miércoles con críticas generalizadas de ecologistas y una parte importante del arco parlamentario. La propuesta de reglamento, avanzada el martes por El Periódico, fija la trayectoria que los 27 deberán seguir durante las próximas tres décadas para descarbonizar la economía europea pero hace oídos sordos a la petición de una docena de Estados miembros de acelerar la revisión del objetivo de reducción de emisiones para 2030 que queda aparcada hasta que el Ejecutivo comunitario disponga en septiembre de un estudio de impacto.

Si los expertos me dicen que no se puede hacer antes de finales de verano o mediados de septiembre yo lo respeto, se ha justificado el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, frente a la petición de doce ministros de medio ambiente de la UE, entre ellos España, de presentar una propuesta en junio. Hay quien dice que la Comisión Europea no ha hecho sus deberes (pero) no ganaríamos tiempo planteando una cifra. Yo prefiero ir sobre seguro. Prefiero un debate. Cosa que se puede hacer en septiembre y si lo hacemos en septiembre estoy seguro de que iremos bien preparados a la COP de Glasgow, ha insistido sobre la cumbre de Naciones Unidas prevista en noviembre y restando importancia al limitado plazo que tendrán los gobiernos para negociar.

Actualmente el objetivo de la UE para 2030 incluye un recorte del 40% de las emisiones respecto a los niveles de 1990. El nuevo objetivo, según la propuesta de ley climática, incrementará la ambición hasta el 50 o 55%. La evaluación de impacto va a ayudarnos a decir donde nos encontraremos en 2030, si tenemos que estar en 50% o 55%. Solamente se trata de determinar la trayectoria, ha explicado el socialista holandés.

Revisión de la trayectoria desde 2023

El plan también incluye una revisión de todos los instrumentos relevantes para cumplir con el objetivo de 2030 en junio de 2021 así como la revisión de la trayectoria 2030-2050 cada cinco años a partir de 2023. En este marco con el objetivo de evaluar la coherencia. La Comisión Europea tendrá poder para emitir recomendaciones a los Estados miembros si adoptan medidas incoherentes con los objetivos y estarán obligados a seguirlas o explicar los motivos en caso de no hacerlo.

La hoja de ruta, aprobada durante un colegio de comisarios al que ha asistido Greta Thünberg, también contempla un estudio de impacto sobre la creación de una tasa al carbono en frontera, un elemento reclamado por España, la revisión de la directiva sobre impuestos energéticos y una consulta pública sobre el pacto climático. Ninguno de estos elementos , sin embargo, han impresionado a la activista sueca que unas horas después ha calificado de rendición el plan europeo. Indirectamente están cediendo y abandonando el acuerdo de París, renunciando a sus promesas sin hacer todo lo que pueden para garantizar un futuro seguro para los niños de hoy y mayores de mañana, ha afeado ante la comisión de medio ambiente del Parlamento. Esta ley es insuficiente. No tenemos liderazgo y nos falta tiempo. Esta ley climática es una renuncia. No se puede negociar con la naturaleza, ha avisado.

Eurodiputados de la Eurocámara como la Izquierda Unitaria o los Verdes se han alineado en su crítica. Es una gran hipocresía invitar a Thünberg a la Comisión el día que presentan una ley climática tan deficiente. Posponiendo a septiembre el objetivo de reducción de emisiones para 2030 la UE pone en peligro los resultados de la COP, ha lamentado Ernest Urtasun. Es un texto importante pero insuficiente, ha admitido el presidente de la comisión de medio ambiente, Pascal Canfin.

Bruselas defiende su plan

La ley climática es la traducción legal de nuestro compromiso político y nos sitúa en un camino irreversible hacia un futuro más sostenible, celebra la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre la piedra angular del Greal deal(Pacto verde). Lo que estamos haciendo es trasladar las palabras a hechos para mostrar a los ciudadanos europeos que vamos en serio en alcanzar emisiones de gases con efecto invernadero cero para 2050, ha añadido el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans. Ambos han insistido en que la propuesta, que ahora tendrá que ser debatida y negociada entre Consejo y Parlamento Europeo, permitirá dar certidumbre a ciudadanos, empresas y a la comunidad internacional. Es un mensaje a nuestros socios internacionales de que este es el año para elevar la ambición global juntos. La ley climática garantizará que estemos centrados y disciplinados y nos mantengamos en el camino correcto, ha añadido el holandés