Una vuelta al pasado, de dificil cumplimiento y que dejará fuera al 95% de las mujeres que quieran abortar. Esta fue la ayer la valoración más suave de los médicos, acompaña de indignación e ira por los colectivos de mujeres, que se lanzaron a las calles de numerosas ciudades para protestar ante el Ministerio de Justicia y otras instituciones gobernadas por el PP. "Es una chapuza jurídica en el tema de las malformaciones. Acarreará una pérdida de los derechos de las mujeres y provocará abortos clandestinos. Responderemos con movilizaciones", anunció ante el palacio de la Moncloa la cacereña Marisa Sotelo, presidenta de la Fundación Mujeres, una de las 328 asociaciones que forman la plataforma Decidir nos Hace Libres y se han aglutinado bajo la marea violeta.

"Los cambios son muy importantes y trascendentales. En principio nos devuelven a una situación de hace 28 años", dijo el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, a la espera de que los responsables en materia de deontología de los colegios de médicos analicen la "letra pequeña" del texto que, a diferencia de las leyes anteriores, regula la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios. Este punto es innecesario porque ahora ningún profesional es obligado a participar, según la ginecóloga madrileña Isabel Serrano. "La burocracia y restricciones que se impongan son una llamada a la inhibición de los médicos, y harán que el 90% de los abortos, que ahora se practiquen dentro de las primeras 12 semanas, sean tardíos y aumenten los riesgos. Porque se terminarán haciendo en España o fuera", dijo.