La entrada en vigor de la ley española antitabaco, en enero del 2005, ha incidido de forma importante en el consumo de cigarrillos en determinados espacios públicos y en los lugares de trabajo, pero esa realidad no ha modificado la cifra total de personas que fuman.

El consumo de tabaco subyace en la inmensa mayoría de las enfermedades del aparato respiratorio.

Los expertos prevén que las cifras de fumadores descenderán de forma sensible si la actual ley antitabaco se extiende y se aplica en todos los establecimientos de restauración de España, incluidos los bares y restaurantes de menos de 100 metros cuadrados de superficie en los que ahora se puede fumar. Esa autorización se traduce en que el tabaco está permitido en más del 95% de los bares de España.

Una forma alterada de respirar se encuentra en el origen de numerosos insomnios, narcolepsias y parasomnias. Estos malestares afectan en la actualidad al 6% de la población adulta y, aunque no siempre tienen una resolución completa, en algunos casos pueden suprimirse siguiendo un tratamiento adecuado y modificando los hábitos de sueño. Un 10% de las personas que son hospitalizadas en Cataluña en la actualidad sufren una enfermedad respiratoria.