Sergio y Luis, los dos menores condenados hace 10 días por el asesinato en Ripollet (Vallès Occidental) de su compañera de colegio María Dolores, Maores, de 14 años, abandonarán hoy el centro donde han permanecido internados durante los últimos nueve meses.

La jueza les concedió ayer la libertad vigilada debido a que en agosto cumplía el máximo legal de su reclusión provisional. La sentencia por la que se impusieron cinco años de internamiento para Sergio y cuatro años y nueve meses para Luis ha sido recurrida por los abogados defensores a la Audiencia de Barcelona y, por lo tanto, todavía no es definitiva.

Los dos jóvenes volverán a vivir con sus padres, pero no en Ripollet, pues sus familias se han trasladado a vivir a otras localidades. La jueza, a petición de la fiscalía y con la conformidad de las defensas, ha tomado una serie de medidas: prohíbe a los condenados aproximarse a la escuela donde estudiaban tanto ellos como la víctima y al domicilio de los padres de la chica asesinada.

También les veta que mantengan cualquier tipo de comunicación con la familia de Maores e, incluso, extiende esa precaución al impedirles la entrada en Ripollet.

EN EL JUZGADO Los dos adolescentes, además, tendrán que comparecer cada 15 días en el juzgado y se deberán someter a un tratamiento psicológico y educativo, en el que se les marcarán las actividades y labores que deben realizar y, posiblemente, un horario. Este régimen deberán mantenerlo hasta que la Audiencia de Barcelona resuelva los recursos.

Si se confirma el fallo condenatorio, regresarán a un centro. El fiscal coordinador del servicio de menores Juan José Márquez aseguró ayer que no hay motivos para que el recurso no pueda ser resuelto en breve.

En la vista celebrada ayer sobre la libertad vigilada para los dos menores, el equipo técnico no planteó ninguna dificultad para que Sergio vuelva a vivir con sus padres, porque su madre no trabaja y puede ocuparse de él. En el caso de Luis, cuyos progenitores están separados, el joven irá a casa del padre, por el que siente una mayor afinidad y respeto. Según la sentencia, Sergio apaleó a Maores y después la degolló, ante la pasividad de Luis.