La magistrada del juzgado número 3 de Valls (Alt Camp)) ha dejado en libertad con cargos al conductor que el pasado lunes atropelló a una ciclista de 28 años, que murió en el acto y a otra mujer, que sigue ingresada en el Hospital Joan XXIII de Tarragona. El conductor, de nacionalidad colombiana, vecino de Vila-seca (Tarragonès) y de 33 años, está imputado por homicidio por imprudencia, lesiones por imprudencia, omisión del deber de prestar socorro y conducción sin permiso. Dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas y carece de carné de conducir en España, aunque está pendiente de confirmar si lo obtuvo en Colombia.

La magistrada ha desestimado la petición de cárcel formulada por la fiscal, aunque ha impuesto las medidas cautelares de retirada de pasaporte, prohibición de abandonar el país y obligación de presentarse semanalmente en el juzgado.

MANIOBRA DE ESQUIVA

El conductor se negó a declarar ayer en la comisaría de los Mossos d'Esquadra, pero hoy ha contestado a todas las partes y, según su abogado, Ramón Martínez ha relatado que “se cruzó un gato negro en su camino y, al esquivarlo, el coche quedó atravesado y chocó con las dos chicas. También tenía el sol de cara. Esto está objetivamente acreditado en el atestado y solo queda lamentar este desgraciado accidente”.

La ciclista herida y otro testigo, según el letrado, han confirmado esta versión. El siniestro se produjo ayer poco antes de la una y media de la tarde, en la carretera TP-2031 (entre Vilabella y Renau, Alt Camp), sin arcén y en una recta con mucha visibilidad. El conductor primero paró y bajó del coche, pero luego prosiguió su camino y los Mossos d'Esquadra le detuvieron alrededor de una hora después en Vilabella.

Según su letrado, “intentó reanimar a una, porque tiene conocimientos de primeros auxilios y cuando fue a la otra y vio que estaba muerta, se quedó bloqueado y se fue, paró en una rotonda de Vilabella, llamó a un amigo y allí quieto le encontraron los Mossos”.

La víctima mortal, Marta D. tenía una niña de 2 años y trabajaba como operadora en la empresa química Dow, al igual que su compañera herida, L.M. “Mi cliente está destrozado y pide perdón a la familia”, concluye el abogado.