La policía de Liverpool (noroeste de Inglaterra) ha puesto en libertad a seis jóvenes a los que había detenido en relación con el asesinato, la pasada semana, de un niño de once años, que recibió un balazo en el cuello cuando regresaba de jugar al fútbol con unos amigos.

Según confirmaron ayerfuentes policiales, cuatro de los sospechosos, de edades comprendidas entre los quince y los diecinueve años y entre los que había dos muchachas, fueron puestos en libertad sin cargos y otros los dos, en libertad condicional. A pesar de esto, la policía insinuó que el pequeño Rhys Jones pudo ser víctima de una guerra entre bandas criminales. Jones murió el pasado miércoles por la noche desangrado en brazos de su madre junto al pub donde fue alcanzado por uno de los tres disparos que recibió.