La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) reclamó ayer al Gobierno central que derogue el decreto que autoriza los descuentos "ilimitados" en los libros de texto. Ante el inminente inicio del curso escolar, los libreros piden que se les proteja frente a las grandes superficies, a las que acusan de vender a bajo coste o incluso a pérdida porque utilizan el libro como gancho para atraer a clientes hacia otras secciones.

Según la CEGAL, la falta de límite en la política de descuentos provoca "la destrucción salvaje" de la red de librerías, que se encuentra en una situación de "indefensión y precariedad", sobre todo porque depende de la "inyección" de los libros de texto para cuadrar el año. La normativa de descuentos impulsada por el anterior Gobierno es responsable, según los datos de la asociación, del cierre de 400 librerías y papelerías entre el 2000 y el 2002, y de otros tantos que han reconvertido los locales hacia otros negocios.

El presidente de los libreros, Fernando Valverde, en declaraciones a Europa Press, instó al PSOE a cumplir sus promesas electorales de derogar el decreto de descuentos. "El Gobierno debe regular qué entiende por gratuidad", afirmó el presidente de CEGAL, que lamentó las prácticas que se registran en algunas comunidades, como Andalucía, que, a su juicio, perjudican al sector de las librerías. Destacó el sistema de préstamo de libros que hacen los centros escolares a los alumnos.

EJEMPLO ALEMAN Y FRANCES A su juicio, esta solución provoca el "deterioro" de los materiales, no enseña a respetar los libros y deja los manuales usados para los estudiantes de las clases más desfavorecidas, puesto que el resto de alumnos acaba por comprar libros nuevos. Valverde puso como ejemplo a Alemania y Francia, que han optado por dar marcha atrás en este sistema.

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, adelantó esta semana su intención de fijar un "precio único" de los libros.