El astronauta Miguel López-Alegría estuvo ayer en Badajoz, pero sólo durante 20 minutos, el tiempo que duró la comunicación que mantuvo con su familia pacense, a través de una videoconferencia entre la central de Telefónica en Badajoz y la Estación Espacial Internacional, vía la NASA en Houston. Toda una experiencia para los familiares, para el propio astronauta y para los técnicos de Telefónica, que preparaban desde hace tres semanas la conexión.

En la central se reunieron unos treinta parientes, la tía de Miguel, Antonia López-Alegría y, el resto, primos y sobrinos, todos felices de poder ver a su primo astronauta flotando, aunque fuese a través de una pantalla.

El comandante López Alegría llegó a la Estación Espacial Internacional y trabajará allí seis meses, con otros dos compañeros. Según contó ayer le gusta mucho su trabajo, "ha nacido para eso", relataba su portavoz, Dionisio Nevado López-Alegría. Se encuentra bien, "gozando de la ingravidez" y lo peor que lleva es que come "bastante mal". "¿Ahí tenéis jamón de pata negra?", bromeaba uno de los primos. "No tenemos jamón de pata de ningún color", contestó Miguel, que ofreció a sus interlocutores una demostración de cómo comer bolas de maíz y hacer un café mezclando agua en un sobre metálico y beber una burbuja negra flotando en el aire.

El astronauta comentó que la calidad de la imagen que le llegaba era mucho mejor que en los contactos que mantiene con su familia de Suiza. Guillermo Santamaría, ingeniero de Telecomunicación de Telefónica en Extremadura, explicó que se debía a que normalmente establecen la comunicación con dos canales y ayer se utilizaron seis. La conexión la pagó la NASA y era la primera vez que se produce esta comunicación con la Estación Espacial Internacional desde España. No será la última.