Una tarde cualquiera de hace dos años Sandra se sentó frente al ordenador y, sin saber muy bien por qué, empezó a escribir un cuento. Al día siguiente le contó su aventura a sus dos amigas y compañeras de clase, Guadalupe y Ana.

Y dicho y hecho, las tres se pusieron manos a la obra para escribir una historia que finalmente saltaría, dos años después, a la estantería de las librerías de Mérida, algo que ninguna hubiera imaginado tras aquella conversación de recreo.

Aunque parezca una historia sacada de un libro de Enid Blyton, se trata de la vida de Guadalupe Larrey, Sandra Margallo y Ana Sánchez, tres chicas emeritenses de apenas 14 años que acaban de publicar su primera novela, Cinco elegidos y un misterioso destino , demostrando que la literatura no tiene edad.

Según explican estas jóvenes amantes de la literatura fantástica --son seguidoras de series como Memorias de Idhun, Eragorn o Harry Potter-- su libro cuenta la historia "de cinco chicos que van viajando por el tiempo hasta que llegan a un mundo mágico en el que tienen que cumplir su destino".

Sandra Margallo fue la que parió la idea, y tras seis meses de duro trabajo lograron concluir un primer borrador. "Pero no nos gustó como quedó y lo reescribimos", explican. La mecánica de trabajo no les ha resultado especialmente complicada a pesar de tener que escribir en grupo. Así, intercambiaban ideas durante los recreos y aquella a la que le tocaba escribir se llevaba el texto a casa y le dedicaba, al menos, una o dos horas.

"Al principio era un pasatiempo, pero el segundo libro era algo más serio y lo trabajamos mucho más", reconocen satisfechas. Hasta que un día, un año y medio después de su haber empezado, lograron terminarlo. ¿Y ahora qué? Afortunadamente sus padres las apoyaron en todo momento y, conscientes de la dificultad de entrar en el circuito de las grandes editoriales, apostaron por la autoedición. Así que dicho y hecho, contactaron con edicionpersonal y sus padres les financiaron la publicación de los 300 primeros ejemplares, que vieron la luz el pasado 22 de diciembre.

Ahora ellas mismas venden el libro, que también puede encontrarse en las librerías de Mérida Rox, San Francisco y San Martín, aunque aún parecen no haber asumido lo que han sido capaces de hacer. "Creo que nuestros padres no pensaban que llegaríamos a estos, era un pasatiempo que se nos ha ido de las manos", reflexionan sonrientes.

Ha pasado poco más de un mes desde que el libro vio la luz y aún no saben si volverán a lanzarse a la aventura para escribir una segunda novela ni si en el futuro cualquiera de ellas seguirá por este camino literario que han iniciado. Pero de momento para tener una vida plena ya solo les queda plantar un árbol y montar en globo.