--¿Cómo le afecta a usted la crisis, que suele bromear diciendo que lleva viviendo en crisis toda su vida?

--La estoy viviendo con normalidad porque llevo veintitantos años en crisis y me ha pillado preparado. Aunque siempre se nota; la gente que la sufra, lo primero que hará será dejar de comprar un disco.

--¿Dónde le gusta más actuar, dentro o fuera de casa?

--No tengo ninguna predilección por cantar en ningún sitio determinado. Extremadura es mi casa, pero también es muy bonito salir fuera, donde nadie te conoce e intentar llegarles.

--¿En qué se inspira para escribir sus canciones?

--En la vida misma. Canto a las desgracias, a la tristeza, al desamor... el objetivo es la vida.

--¿Qué es lo que más valora la gente de sus letras?

--Que sienta lo que canto, que pueda cantar al desamor o a la emigración y que no haya pasado por ese trance, pero que alguien me lo cuente y sea capaz de ponerme en su lugar y hacer que los demás se sientan identificados. Contribuir a la cultura de Extremadura con honestidad.

--¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

--Ahora le estoy poniendo música a unos poemas de Francisco Umbral y he pedido colaboración a algunos amigos míos.

--Aunque al final no le hayan dado la Medalla de Extremadura, ¿Qué ha sentido al ser propuesto por la Alcaldía de Aldeacentenera y por los colectivos de emigrantes extremeños?

--Me siento como Mario Vargas Llosa, porque él es el eterno candidato al Nobel y nunca se lo dan. En el mismo sentido, yo llevo tres años siendo propuesto y sin medalla. Pero bueno, yo no canto para recibir medallas, sino porque me encanta. El mejor premio es que la gente me escuche y le gusten mis canciones.

--¿Cree que deja huella tanto en Extremadura como allí dónde actúa?

--Sí, porque he cantado en todos los hogares extremeños de toda España, donde está mi foto. He inagurado la mayoría de ellos cuando ni siquiera existían. Me concedieron el premio ´extremeño sin fronteras´ y lo más bonito fue que no hubo nadie que planteara a otro, sino que me eligieron por unanimidad.

--¿Cree que se apoya lo suficiente a los artistas extremeños?

--No. La labor institucional y cultural en Extremadura, salvo muy raras excepciones, no se reconoce. No estoy en contra de que a nuestra región vengan grandes estrellas, pero creo que deberían equilibrar el presupuesto y dar parte de él a los propios extremeños. Si no, se perderán talentos, ya que no tienen apoyo y Extremadura no puede permitirse ese lujo.