--¿Cuál es su clásico favorito?

--Ahora, Calderón. Antes de enfrentarme a él lo miraba desde la distancia, pero he llegado a enamorarme de su obra. Hace un año que lo leo intensamente y creo que se ha sido injusto con él. Es cierto que fue un hombre conservador, pero también era capaz de humor y de vivir intensamente.

--¿Qué hago si el verso me chirría?

--Nosotros hacemos el verso cercano, llenándolo de verdad, de sinceridad.

--¿Hay clásicos políticos?

--Bueno, hay que tener en cuenta que en el siglo XVII, los artistas eran apoyados por la monarquía y la iglesia. Y durante el franquismo, un autor como Buero Vallejo pudo estrenar, pero había que leerle entre líneas.

--A usted, después de pasar por el Centro Dramático Nacional (CDN), no le faltara trabajo.

--Lo que me cuesta es decir no a algunos de los proyectos que me presentan porque no se puede dirigir a la vez dos o tres obras. Yo me enfrento a cada trabajo como si fuera la primera vez.

--He leído que se siente español.

--Es algo que pensaba cuando veía las reacciones de la gente con el equipo de España en el Mundial. Teníamos la necesidad de mirarnos y darnos cuenta de todo lo que nos une. Nuestra manera de ser tiene unos perfiles que nos congregan. Los textos de Calderón, por ejemplo, son mediterráneos, nada fríos. Así que lo español existe y la suerte que tenemos es que este país ha sido un gran cruce de culturas.

--¿Habría teatro para Historia de un estatut ?

--Sí, claro que habría teatro. Pero el estatut no hay que verlo como algo negativo sino como una riqueza de lo que tenemos.

--¿Y para Panorama desde Moncloa ?

--Debe haber un panorama particular desde allí. El problema es que quien vive en ese lugar se deje llevar por el gusto del poder y se encierre y pierda el contacto con el pueblo.

--Usted, que fue director del CDN con el PP, podrá decir si los cargos públicos son políticos.

--Podríamos decir que sí. A mí me nombró un director general que a su vez fue nombrado por un político. Pero yo les dije desde el principio, sabiendo que llegaba un gobierno de derechas, qué era lo que me gustaría hacer. Así que hay que ser contradictorio. Porque no hice el teatro de derechas que se hubiera esperado. No monté a Pemán, a los hermanos Alvarez Quintero o a Arniches, con mis respetos a ellos, sino que elegí textos de Max Aub, Fernando Arrabal o Francisco Nieva. No se hizo un teatro de derechas sino de buenos autores.

--¿Es usted gritón?

--A veces los nervios te llevan a ello y alguna vez te salen los gritos. En Zamora (donde se estrenó el 10 de junio El mágico prodigioso ) seguro que lo recordarán.

--Haga el elogio de los grandes actores del pasado: Rodero, Bódalo, Closas, Gutiérrez Caba.

--Fueron jóvenes, hicieron todo el teatro del mundo y nos dieron verdaderas lecciones.

-- ¿Y el mejor quién fue?

--José Bódalo.