El cuerpo de Jon Bárcena, el joven de Berriz (Vizcaya) desaparecido el pasado 30 de diciembre en el monte Gorbea, fue localizado ayer en las inmediaciones del pantano alavés de Urrunaga, en una zona que ya había sido rastreada con anterioridad, y su cadáver no presentaba signos de violencia. El hallazgo se produjo sobre las nueve de la mañana fuera del agua, en un paraje de bosque cerrado, de difícil acceso, situado en la zona de la Chopera, en el término municipal de Legutio (Álava), y a unos 150 metros de la caseta donde a principios de enero se localizaron algunas de sus pertenencias tras su desaparición. Fue un miembro de la Cruz Roja que formaba parte de la batida de voluntarios organizada por la familia del joven el que lo encontró y un familiar lo identificó en el lugar.

El Departamento de Seguridad aseguró ayer que, según los primeros indicios, el «cadáver no presenta indicios de violencia» y que habrá que esperar a que la autopsia esclarezca las causas de su muerte. La Ertzaintza mantiene abierta la investigación para esclarecer el conjunto de circunstancias ligadas al caso.

Un amigo de la familia que participaba en el dispositivo de búsqueda explicó que «muchos» de los que esta mañana estaban en la zona habían pasado anteriormente «bastantes veces muy cerca» de donde ha sido finalmente hallado.

Bárcena se separó el sábado 30 de diciembre de sus amigos cuando ascendían al monte Gorbea al sentirse indispuesto y se dio la vuelta mientras sus compañeros continuaron la marcha. Al regresar éstos al punto de inicio comprobaron que no estaba, por lo que dieron el aviso. En el pantano de Urrunaga, la Ertzaintza localizó posteriormente dentro de una caseta de difícil acceso junto al pantano sus llaves y su cartera. También fueron halladas varias prendas del desaparecido.