Una docena de sin papeles subsaharianos intentaron ayer saltar la valla de Melilla para cruzar a España. Tras burlar a los agentes marroquís y la Guardia Civil española, siete de ellos lo lograron, según confirmaron fuentes de la portavoz de la Delegación del Gobierno. La entrada se produjo a las tres de la madrugada en la zona del arroyo de Beni-Enzar, donde, debido a la orografía del terreno, la alambrada sólo tiene un metro y medio de alto y no seis.

Tras el asalto, los inmigrantes llegaron hasta la comisaría de policía, donde se les abrió un expediente de expulsión, que nunca se cumplirá debido a las dificultades administrativas de llevarlo a cabo. En la mayoría de los casos, es imposible saber el país de origen de los inmigrantes.

Más tarde, los sin papeles fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, que acoge a más de 800 personas, cuando su capacidad real es de 480.

En los últimos diez días, varios grupos de extranjeros han intentando saltar la valla de Melilla en cuatro ocasiones. La penúltima tuvo lugar en Nochebuena, cuando nueve subsaharianos lograron pisar suelo español.

A pesar de que ya no está el Ejército, la Delegación del Gobierno insistió en que la vigilancia en la verja "no se ha relajado" y que se mantiene el dispositivo de la Guardia Civil rural.