Manuel Tallón recibió una paliza y un pinchazo en el cuello durante el gran motín de Quatre Camins del 30 de abril del 2004. En el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra los presos que participaron en la algarabía, el subdirector de la prisión aseguró que los incidentes se produjeron por el aumento de las medidas para luchar contra el tráfico de drogas en el recinto, como el incremento de los registros a los familiares de los internos y las restricciones para acceder a la lavandería del modelo, lugar donde se distribuían estupefacientes.

Tallón recordó que, tras un incidente con un recluso que intentó agredir a un funcionario y que fue trasladado al departamento especial, él se fue al patio del modulo penitenciario, donde había otros funcionarios. De repente, el interno Francisco de Paula Hidalgo, uno de los presuntos cabecillas de la revuelta, se enfadó porque no le dejaban llamar por teléfono y mientras cruzaba el patio gritó: "Están calentando el patio. Nos están buscando". Sospechó que algo iba a pasar y que tendrían problemas, por lo que pidió refuerzos.