El proceso francés para regular las descargas se mira con lupa desde España. Hace un año, el Gobierno delegó en la industria audiovisual, representada por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenido, y los operadores, agrupados en Redtel, para que llegaran a un acuerdo. Pero la negociación está estancada y el gran escollo es la desconexión de la red. El sector cultural, que aplaude la votación francesa, tiene en el punto de mira a los 4.500 internautas que más piratean, algo de lo que no quieren ni oír hablar los operadores.