"Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 12). Es la cita que abre la peculiar página web de Sam Basketball Jones III, el base norteamericano-holandés del Cáceres 2016 que está siendo clave en la recuperación del equipo.

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que el jugador, de 29 años, es muy religioso. Y es que la referencia bíblica puede aplicársele también a él mismo: la distribución de juego que realiza ha sido una de las luces para que el equipo de baloncesto de la ciudad salga de su dinámica de malos resultados y pueda mirar al futuro con mayor optimismo.

En http://www.basketballjones.nl , Jones, nacido en un suburbio de Chicago y que ha pasado los últimos años en la liga de Holanda, donde adquirió el pasaporte comunitario, ofrece una completa crónica del partido del pasado viernes ante el Plasencia Galco en el "Extremadura Derby" (sic). Sus 18 puntos, 5 rebotes y 5 robos de balón fueron factores fundamentales en un triunfo que se califica en la propia web de "muy importante".

La pena para Jones es que no puede lucir el número 9, que es el que ha usado en la mayor parte de su curiosa carrera. En el apartado "Biografía" de la página se hace un exhaustivo y literario recorrido por ella y se dice de él que "encarna todas las cualidades del general de campo, dentro y fuera de la pista".

Jones nació el 29 de abril de 1978 en Chicago. Siguió los pasos de su hermano mayor empezando con el beisbol, donde llegó a destacar. Pero pronto se dio cuenta de que el sonido de una pelota entrando en una red era su preferido.

"En el colegio Alan B. Shepard no era el jugador más atlético, pero probó que estaba capacitado para convertirse en uno de los mejor dotados en la cancha", apunta el perfil, que también se detiene en su periplo universitario en Northwood, donde no solo mejoró sus cualidades como jugador, sino que se doctoró en Empresariales. "Pudo evitar el drama que rodea a mucha gente de raza negra", destaca, poniendo de relieve su origen humilde.

No pudo cumplir el sueño de jugar en la NBA y hace ya ocho años que está en Europa, donde incluso organiza campus para niños durante los veranos (se pueden ver imágenes en su web). Su primer club en el continente lo encontró en Bélgica, de donde pasó a Polonia. Pero fue en Holanda donde consiguió una enorme notoriedad y varios títulos.

Entre sus influencias reconoce al más grande, Michael Jordan, que logró seis títulos de la NBA jugando para el equipo de Chicago, los Bulls. Ahora disfruta en Cáceres alguien que se define como "un ganador, un luchador, un guerrero o incluso un héroe". Casi nada.