La madre de Antonio Meño Ortega confía en que la decisión del Tribunal Supremo sirva para que "ahora sí" se haga justicia. Juana Ortega expresó ayer su "alegría", especialmente por el hecho de que el TS reconozca que la declaración de un nuevo testigo, un médico en prácticas que aseguró que el anestesista se ausentó durante la intervención, pone de manifiesto una "maquinación fraudulenta" de las pruebas.

A Juana Ortega, que aún no se puede creer que después de 20 años en coma el caso de su hijo vaya a ser revisado, la decisión del Supremo le ha devuelto la confianza en la justicia y espera que los tribunales actúen contra los testigos que durante todo este tiempo "han mentido para dejar libres a los médicos".

"Es una buena noticia", afirmó "con toda la precaución" porque aún no se fía "de la gente que manipula la justicia" y de las compañías de seguros que, según ella, son las que "tienen la fuerza en este país".

El abogado de la familia, Luis Bertelli, aseguró, por su parte, que la admisión de la demanda contra las sentencias desfavorables en el caso ha sido "una lección de la familia para demostrar que con la lucha se hace justicia". También recalcó que con esta sentencia se ha hecho "la luz" al imponerse "la realidad frente a una farsa que ha durado veinte años", y calificó de "meritorio" cómo han luchado los padres de Antonio.