Sin lágrimas esta vez, pero de espaldas a la cámara, Ana María C. F., la madre de Alba, aceptó ayer ser entrevistada por un equipo de televisión de la agencia Efe para acusar por primera vez a Francisco Javier P. E., su compañero sentimental, encarcelado y acusado, como ella, de tentativa de asesinato.

Hasta ahora, en sus declaraciones a los Mossos y al juez, Ana exculpó a Javier P.. Ya no. La mujer contó que ese sábado ella esperaba con Maite, la hija del acusado, en el rellano de la portería para ir los cuatro a la feria de Santa Perp¨tua de Mogoda. Su compañero se quedó en el piso con su hija.

"Como tardaban, piqué varias veces. Subí las escaleras y nos encontramos en el entresuelo. Mi hija ya estaba medio muerta. Inconsciente", contó. Primero fueron al ambulatorio. Y de allí, en ambulancia, al hospital.

Ana añadió que Javier "se puso muy nervioso cuando vio aparecer a los mossos en el hospital". Y ella empezó a sospechar. "Vi restos de sangre en el cuello de la chaqueta". Y el mundo, dijo, se le vino abajo cuando se acercó a su casa para cambiarse de ropa. "Había sangre por la casa. Y en la pata de una silla había atado el cinturón del albornoz. Imagino que allí ató a mi hija".