Con cada nuevo caso, Toronto (Canadá) descubre las dificultades para controlar el virus de la neumonía atípica. El último revés se ha producido en el Hospital Mount Sinaí, donde un estudiante que parecía libre de la infección tras 10 días de aislamiento presentó síntomas de contagio 48 horas más tarde. En esos dos días asistió a un parto y se movió por el departamento de obstetricia, lo que ha obligado a poner en cuarentena a más de dos docenas de madres y recién nacidos. De momento ninguno de los aislados presenta síntomas de contagio y los médicos dudan de que vayan a producirse casos, porque, aunque se desconocen las razones exactas, los menores de 20 años parecen estar más protegidos contra el virus.