El mayor y más ambicioso centro de investigación cardiovascular de la Unión Europea inauguró ayer en Madrid sus instalaciones con capacidad para 300 científicos y un equipamiento tecnológico de última generación. El nuevo centro --CNIC, o Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares-- fue presentado en sociedad por los reyes Juan Carlos y Sofía y la ministra de Sanidad, Elena Salgado. La construcción y dotación de la sede, que ocupa una extensión de 23.000 metros cuadrados, ha supuesto una inversión de más de 50 millones.

Su director científico, el famoso cardiólogo catalán Valentín Fuster, subrayó que se trata de una iniciativa insólita en el mundo, no sólo porque tiene asegurada una financiación de 266 millones de euros de aquí al 2012, sino también porque 100 de esos millones (el 40%) serán aportados por la empresa privada.

El centro, que funcionará a pleno rendimiento en 5 años, comienza su andadura con el doble objetivo de descubrir a jóvenes investigadores y trasladar los resultados que se obtengan a los pacientes de España y Europa. Fuster, que dirige el Instituto Cardiovascular de Nueva York, se declaró "muy ilusionado".