Tras recaudar más de 16.000 euros desde que la iniciativa echó a andar el 29 de diciembre, la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) quiere que su publicidad en el transporte público esté presente en Zaragoza, Sevilla, Valencia y Madrid, ciudad donde se podrá ver en breve. El Comité de Autorregulación de la Publicidad dio ayer el visto bueno para que la campaña, que ya ha cosechado críticas de colectivos de creyentes y políticos conservadores, llegue a la capital. En Valencia el ambiente está caldeado. El viernes, su alcaldesa, Rita Barberá, tachó la iniciativa de "disparate y provocación" y lo motivó así: la publicidad no dedicará "ni un segundo a disipar el gran problema que tiene España". A saber, la crisis económica y el paro. Parece poco probable que los valencianos vean los anuncios.

En un principio, el conocido como bus ateo estaba pensado para Barcelona y Madrid. Sin embargo, en España, como antes en el Reino Unido, las contribuciones de los particulares a través de una web (www.busateo.org) ha sido mucho mayores de lo que habían anticipado sus promotores. Y eso que aquí la iniciativa se gestó en menos tiempo que en el caso británico, donde la recaudación de dinero comenzó en noviembre.