La tercera gran marea blanca convocada en el 2013 en Madrid en protesta por la inminente privatización de seis hospitales y 25 centros de salud, llevó ayer a las calles de la capital a miles de profesionales de la sanidad y usuarios, que emprendieron su manifestación a las 12 del mediodía, a la misma hora en que lo hicieron miles de personas, con motivos similares, en otras 15 ciudades españolas.

En Madrid, la protesta dió forma a varias columnas humanas que partieron de los hospitales de La Paz, Clínico, Cruz Roja, La Princesa, Henares, Infanta Leonor y Getafe. Todas confluyeron en la puerta del Sol, lugar donde se produjo una gran concentración. La representante de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, Belén Padilla, representante de una de las entidades convocantes, aseguró que privatizar hospitales públicos "no es una medida eficaz para mejorar la asistencia". Santiago de Compostela, Zaragoza, Santander, Pamplona, Logroño, Murcia y Barceona, fueron, entre otras, las ciudades que se sumaron a la protesta, en cada una de ellas por sus circunstancias y recortes.

PLANTAS CERRADAS En Barcelona, varios miles de personas partieron de la plaza de Catalunya, se detuvieron ante la Generalitat y bajaron por la Vía Laietana, hasta concentrarse en la central de Correos. Allí se pronunciaron contra el cierre de plantas hospitalarias, y los reiterados rumores de los nuevos recortes que provocará el nuevo presupuesto de la Generalitat. Médicos del Hospital Germans Trias i Pujol, Can Ruti, de Badalona, aseguraron que el cierre de alguna planta en dicho centro impide la hospitalización de pacientes que llegan a urgencias.

La marcha fue apoyada por los principales sindicatos y asociaciones de pacientes de Cataluña. "La gente tiene que saber que privatizar la sanidad significa que habrá servicios que no se podrán dar", dijo Josep Lluis Alvarez, secretario general de UGT. Alvarez reclamó "transparencia" sobre la gestión de los centros públicos, y Joan Herrera, líder de ICV, pidió la dimisión del conseller de Salut, Boi Ruiz, por su gestión. "No se pueden hacer cambios sin el apoyo de la gente", dijo Herrera, en alusión a un informe elaborado en el 2011 por la consultora Price Watherhouse Cooper, que propuso la privatización de parte del sistema. Salut ha negado que prevea aplicarlo.

La multitudinaria marcha de Madrid demostró, una vez más, que profesionales sanitarios y ciudadanos están dispuestos a manifestar, sin desfallecer, su firme oposición a las intenciones del Gobierno autonómico, y que ni el paso del tiempo ni la confirmación del presidente, Ignacio González, en ese sentido les van a callar. La acción no tiene precedente en Madrid.