La Comunidad de Madrid registró ayer cuatro muertes violentas, que elevan la 11 las ocurridas desde principios de año y que confirman que en la capital se produce casi un homicidio cada tres días. La policía encontró ayer el cadáver de un hombre que tenía un fuerte golpe en la cabeza y un naipe entre sus pies. Unas tres horas más tarde, fue detenido un individuo como presunto asesino de su vecina, de 50 años. El tercer suceso tuvo lugar en un bar de Alcalá de Henares, donde se registró un tiroteo que acabó con la vida de dos personas y causó heridas a otra.

El bar Rojas de Alcalá de Henares se convirtió a las 16.30 horas en una pesadilla. Un hombre entró armado en el establecimiento y realizó numerosos disparos. Las balas alcanzaron a una clienta, de 60 años, que había bajado al local para llamar por teléfono, y al hijo de la propietaria, de 17 años. Ambos fallecieron en el acto. La dueña del bar, una mujer de 38 años que regentaba el local desde hacía seis meses, también recibió dos impactos. El personal de emergencias la trasladó al hospital, donde anoche permanecía en estado muy grave.

Tras cometer los crímenes, el agresor huyó. A última hora de la noche, todavía no había sido detenido. Fuentes de la investigación explicaron que el móvil del robo está prácticamente descartado porque "un atracador no dispara a diestro y siniestro". Las otras hipótesis son la de un ajuste de cuentas o un caso de violencia doméstica.