Los últimos años de actividad profesional de Juan Maeso supusieron una espiral de trabajo que en 1997 alcanzó las 124 guardias, según se expuso ayer, segundo día del juicio en el que se le acusa del supuesto contagio de hepatitis C a 276 personas.

Ese año, el anestesista multiplicó por cinco las 23 guardias realizadas en 1993, momento en que, dijo, conoció los rumores de que "era drogadicto", al hacérselo saber el gerente del hospital La Fe, Enrique Trull. Maeso se lo negó y en una reacción de rabia dejó de hacer guardias, pero no de trabajar, durante cuatro meses "para que se dieran cuenta de lo importante que es tener suficiente gente", dijo.

Al mismo tiempo, pidió un análisis de sangre para saber si padecía anemia, pero en el que se incluyeron marcadores del virus del sida y la hepatitis que él, recalcó, no había solicitado. Cuando el anestesista decidió retomar las guardias, lo hizo con renovados bríos y ningún superior le impidió, a pesar de los rumores sobre su toxicomanía, que cada año realizara más intervenciones.

"¿Cómo soportaba tanta carga de trabajo?", preguntó el fiscal Javier Carceller. Maeso esquivó la insinuación afirmando que actuaba "con celeridad, rapidez y haciendo las cosas bien". Carceller le inquirió sobre cómo era posible que durante 1997 en 38 ocasiones (97 desde 1993) las guardias en La Fe coincidieran con operaciones hechas en el centro privado Casa de la Salud.

Maeso optó por negar de nuevo al afirmar que los "registros administrativos" de este último hospital, que certifican hasta tres operaciones del acusado en un mismo día, están "equivocados", porque él no tiene "el don de la ubicuidad".

La explicación del anestesista es que las fechas que constan en los registros de la Casa de la Salud "se realizaban a final de mes", para cobrar las intervenciones, y los responsables no indicaban las fechas correctas. Esto ocurría, explicó, porque "todos los compañeros" tienen diferentes "opciones de trabajo" y los cambios y apoyos son frecuentes.

Cuando el fiscal le preguntó si era "más rentable" operar en la sanidad privada que en la pública, Maeso dijo no saberlo. En el sumario no consta que se produjera la situación inversa de abandonar su trabajo en la Casa de la Salud para acudir a La Fe.

La Asociación de Afectados, el fiscal y el abogado Manuel Mata anunciaron que pedirán al tribunal que la muerte del último afectado, ocurrida el pasado lunes, se incluya en la acusación como cuarto delito de homicidio imprudente.