Las últimas operaciones policiales han puesto de manifiesto como Barcelona ha devenido un núcleo de recepción y distribución no solo de hachís y cocaína, sino también de heroína. Esto último pudo constatarse después de que el Cuerpo Nacional de Policía interceptara semanas atrás un envío de heroína llegado a Barcelona directamente desde Afganistán.

En total se trataba de ocho kilos de droga que venían ocultos en el interior de un mueble enviado por vía aérea desde Kabul a Barcelona vía Londres, según fuentes judiciales. Al menos han sido detenidas dos personas en relación al envío, un ciudadano paquistaní y otro originario de Gabón. La llegada de droga de un lugar tan inestable como Afganistán, el primer productor mundial de heroína, y donde ese cultivo está controlado en parte por extremistas islámicos, ha hecho saltar todas las alarmas. Tanto es así que la investigación ha pasado a la Audiencia Nacional, que ha decretado secreto de sumario.

TRANSPORTE A BALEARES Además, la capital catalana se está consolidando como plataforma de distribución de cocaína, sobre todo hacia las islas Baleares. Prueba de ello es la red desarticulada en dos fases en el marco de la Operación Costa Balear por el Grupo IV de la Sección de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña y la Policía Judicial de Mahón. Los 14 detenidos, a los que se les incautaron 11 kilos de cocaína y 22 de hachís, se habían especializado en el envío de droga a Menorca. Para trasladar la cocaína, la red había creado una empresa dedicada al transporte de muebles, en cuyo interior ocultaban la droga. La banda estaba integrada por españoles, colombianos, suecos e italianos.

Fuentes del Ministerio del Interior alertan de cómo Cataluña se ha convertido en uno de los principales "puntos de tránsito" hacia Europa del hachís cultivado y procesado en Marruecos. La mayor parte del que llega a Cataluña "no se queda, sino que sigue su camino hacia el resto de Europa", destacan esas fuentes.