Ninguna cornada es oportuna y todas vienen a destiempo. Pero ésta que ayer cobró Miguel Angel Perera lo ha sido con alevosía para un torero que, consciente de lo que se jugaba tras un inicio de temporada en lo que todo han sido obstáculos por parte de las empresas, del etablisment taurino, por el pecado de irse con un apoderado independiente, llegó a Madrid dispuesto a reivindicarse como torero cabal que es, como torero importante. Si estas frases le llegan al torero de Puebla del Prior, le diríamos que no se lamente, ni desfallezca. Arriba el ánimo, que la pureza y la calidad de su toreo se impondrá.

Llegó el percance en el segundo toro, que correspondía a Sebastián Castella. Se acostaba por el pitón derecho y le citó Perera por gaoneras en el quite. Se le venció en la primera y, tras un paréntesis, repitió y, cuando remataba la revolera por ese lado, el toro le pegó una cornada seca de la que comenzó a brotar sangre. Se esfumaba una tarde importantísima para él, que además le impedirá actuar el próximo martes.

La corrida fue buena casi en general. En el lote de Abellán entró un primer toro mansito pero fijo y repetidor en la muleta, con el que estuvo acelerado y vulgar. Siguió con un tercero que en el último tercio obedecía a los toques. Con él estuvo mecánico. Y concluyó con el quinto, que hubiera sido el primero de Perera, un animal basto que fue el lunar de la corrida.

Triunfo de Castella

Qué pena lo de Perera porque en sus manos habría caído el sexto, Lironcito , como aquel valdefresno que hace 11 años encumbró a Enrique Ponce. Sólo que aquel tuvo genio y el de ayer fue muy bravo y noble. Ver un toro así es una gozada, por la fijeza que tenía, por su forma de galopar, por cómo se empleaba por abajo y por cómo repetía. El torero comenzó la faena por estatuarios y terminó la tanda con el del desprecio y el de pecho. Después las series brotaron en redondo, y hubo una soberbia al natural. Mató de gran estocada que le permitió lograr dos orejas.

Antes tuvo Castella un primero de buena condición, al que hizo una faena en la que primó lo mucho que le esperó y lo cerca que se lo pasó, malograda con el acero, y un cuarto bravo pero un punto blando, con el que no hubo acople.

Parte médico

Emitido por el doctor Máximo García Padrós, que le operó en la enfermería de la plaza durante 45 minutos, dice así: "Cornada en el tercio medio, cara posterior de de la pierna derecha. Trayectoria ascendente de 15 centímetros que produce destrozos en el músculo gemelo. Pronóstico grave". Según García Padrón, la herida llegó a afectarle la tibia. El periodo de recuperación del torero no será menor de dos semanas.