Llevaban seis meses conviviendo en la antigua casa de los padres de él, en Málaga. Era, según los vecinos, una pareja que apenas discutía. Sin embargo, en la madrugada de ayer, Francisco G. S., de 27 años, mantuvo una fuerte discusión con Isabel Ortuño F., de 21. Tras los gritos, el joven la mató asfixiándola. El padre del agresor tuvo que intervenir para calmarle y convencerle de que se entregara ya que, según la versión de algunos testigos, Francisco amenazó con suicidarse.

El suceso, que eleva a 17 el número de mujeres muertas a manos de sus compañeros en España en lo que va de año, tuvo lugar en la cuarta planta del piso en el que habían comenzado una relación sentimental hace al menos dos años. En septiembre se fueron a vivir juntos al piso de los padres de Francisco mientras ahorraban para comprarse una casa propia.

Isabel estudiaba Enfermería y trabajaba de forma ocasional en tareas de servicio doméstico. Mientras tanto, Francisco --que se enfrenta a una pena de entre 10 a 20 años de cárcel-- compaginaba las oposiciones a la Policía Nacional con un empleo como vigilante de seguridad.

Alrededor de las dos de la madrugada de ayer, algunos vecinos escucharon insultos y ruidos en el piso de la pareja. "Se oyó a una mujer como desquiciada, pensé que se habían enterado de la muerte de alguien, porque no era normal cómo gritaba", relató una vecina.

Tras los chillidos y los llantos, vino un silencio absoluto. El joven asfixió a su compañera, al parecer estrangulándola o poniéndole una almohada en la boca. Poco después, llamó a su familia y confesó.