El desastre ambiental por el vertido en el Golfo de México se agrava con la llegada hoy de la mancha de crudo a la costa de Luisiana, hábitat natural de aves y especies marinas y origen del 25% del pescado que consume EEUU.

El Gobierno ha aumentado aún más sus esfuerzos para evitar el desastre medioambiental tras la llegada de la inmensa mancha de crudo vertida al mar por la explosión de un pozo petrolero situado en el golfo de México, un vertido que se aproxima peligrosamente a la desembocadura del río Mississippi.

El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, cuyo estado aún se recupera de los estragos causados por el huracán Katrina en el 2005, ha alertado de que la mancha negra "amenaza los recursos naturales del estado" y ha añadido que en las próximas horas podría alcanzar la reserva natural de Pass-a-Loutre, conformada por un laberinto de canales fluviales, pantanos y bancos de arena, y situada en la desembocadura del delta del Mississippi.

6.000 MILITARES

Jindal ha declarado el estado de emergencia en el estado y ha solicitado fondos al departamento de Defensa para desplegar a un total de 6.000 militares para que colaboren en las tareas de limpieza en la costa.

La limpieza de la marea negra podría durar unos 90 días, según ha informado el subsecretario de Seguridad de EEUU, David Hayes. Sin embargo, él mismo ha descargado la responsabilidad de pagar los costes de la solución de este desastre natural a British Petroleum, la compañía propietaria de la plataforma de extracción que ha provocado este incidente.

ORIGEN DE LA FUGA

La enorme mancha se produjo la semana pasada, tras el hundimiento el pasado día 22 de una torre de extracción de petróleo propiedad de la petrolera británica BP y que estaba siendo gestionada por Deepwater Horizon.

El pozo sigue teniendo una fuga que emite el equivalente a 5.000 barriles de crudo diarios, una cantidad cinco veces superior a lo estimado inicialmente, lo que ha aumentado el temor a graves daños sobre la fauna pesquera, los refugios de las especies animales y las playas de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida.

El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer que su Gobierno destinará "todos los recursos disponibles", entre ellos el Ejército, para contener la fuga procedente del pozo, y también ha señalado a BP como la responsable "en última instancia" de los costes de la limpieza del vertido.

INCENDIO CONTROLADO

La Armada norteamericana está proporcionando lanchas inflables y sistemas de limpieza a los Guardacostas. Decenas de barcos y aparatos aéreos están siendo utilizados para acometer la mayor operación de limpieza de un vertido contaminante, pero BP ha reconocido que se están registrando serios problemas para controlar la fuga procedente del pozo, situado a 1.525 metros de profundidad bajo el nivel del mar.

Después de que los robots submarinos fracasasen en su intento de activar una válvula para detener la fuga, BP y los Guardacostas decidieron provocar el miércoles un "incendio controlado" para prevenir que la mancha siguiese aumentando de tamaño.