La indisciplina en las escuelas británicas es un motivo constante de preocupación entre la comunidad educativa. Según un reciente sondeo de la Asociación de Profesores, los docentes creen que el comportamiento en las aulas es peor que hace un lustro, con niños de solo 5 años que actúan de un modo intimidatorio y violento. Para esclarecer la confusión existente entre el profesorado sobre qué debe y puede hacer cuando se encuentra ante una situación problemática, el ministro de Escuelas, Infancia y Familias, Ed Balls, dio a conocer ayer un código de conducta que especifica que se puede hacer uso de la fuerza en ciertas situaciones. Y también que no se requiere del permiso de los padres para registrar al alumno en busca de armas, alcohol o drogas.

Los medios de comunicación se han hecho eco del miedo que sienten los maestros a emplear la fuerza por temor a que los padres emprendan acciones legales contra ellos, y explican que es habitual oír: "Si me tocas, mi madre te denunciará". Ante peleas o el hecho de que un alumno se niegue a abandonar el aula "la ley es muy clara", explicó Balls. Así pues, el código es "una ayuda para que el profesorado no tenga miedo de usar sus competencias" y además da ejemplos de cuándo se deben ejercer. Como cuando hay que intervenir en una pelea o en defensa propia, ante el riesgo de que un alumno se haga daño o si se están atacando las instalaciones o el material escolar. También se puede aplicar cuando un niño les desobedezca constantemente o ante la interrupción continuada de la lección.

El ministro buscó así tranquilizar a los educadores ante quienes presentó la guía, reunidos en Birmingham para el congreso anual del NASUWT, la agrupación de sindicatos que los representan. El texto fue bien recibido por la secretaria general del Sindicato Nacional de Profesores, Christine Blower.

PROHIBICION EN ESPAÑA Los docentes tienen prohibido en España pegar a los alumnos y solo pueden emplear la fuerza, sin propinar golpes, en casos muy excepcionales (por ejemplo, cuando en una pelea hay que sujetar a alguno de los implicados). Tampoco se les permite agredir verbalmente a los estudiantes.