El diestro José María Manzanares, en estado de gracia, brindó ayer en Valladolid un recital de torería, y tras cortar cuatro orejas salió en hombros de la plaza, al igual que Miguel Angel Perera, que obtuvo dos. Su compañero de terna, Enrique Ponce, saludos y oreja tras aviso

Se lidiaron cinco toros de Hermanos García Jiménez, de excelente juego a excepción del sexto, y uno con el hierro de Carmen Lorenzo, que resultó manejable, jugado en cuarto lugar como sustituto de otro de la ganadería titular y que ha sido devuelto a los corrales por cojo.

Por otro lado, el diestro extremeño Alejandro Talavante resolvió su presencia ayer en la Feria de San Isidro de Madrid con estocada en los blandos y estocada corta (silencio); y media tendida y descabello (silencio), en un festejo en el que se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, desiguales y justos de presencia, mansos y escasos de raza, en general de muy poco juego. El sexto, el único que ayudó algo.

José Antonio Morante de la Puebla: pinchazo y descabello (silencio); y cuatro pinchazos y estocada y sólo escuchó aplausos el mexicano Arturo Saldívar, que confirmaba la alternativa.