El maquinista del tren cuyo descarrilamiento anoche ha provocado 80 víctimas mortales permanece ingresado en el Hospital Clínico de Santiago custodiado por la policía y a la espera de que le tomen declaración, mientras que su compañero recibió el alta, informaron fuentes sanitarias.

Fuentes de Renfe consultadas por Efe han detallado que no han podido realizar al maquinista la prueba de alcoholemia protocolaria tras los accidentes, porque desde un principio ha quedado bajo la custodia de la policía judicial, que ha recibido el mandato del Juzgado de Instrucción 3 de Santiago de que lo interrogue en calidad de imputado.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia detalla en una nota que no ha pasado a disposición judicial y que el magistrado a cargo de la causa ha ordenado a la policía la custodia de las cajas negras del tren, que ya han sido recuperadas, así como recabar documentos e informes que arrojen luz sobre el siniestro.

En el marco de las diligencias, el juez instructor se centrará en la investigación del siniestro, que probablemente incluirá el interrogatorio al acompañante del maquinista, además de a viajeros y testigos.

"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Estas fueron las sucintas palabras del maquinista Francisco José Garzón en una conversación telefónica tras la tragedia.

Fuentes de la investigación han informado hoy a EFE de que, tras el suceso, el conductor reconoció que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80.

Las fuentes de Renfe consultadas por EFE han precisado que los vagones que están siendo retirados de la zona del accidente permanecerán custodiados en un descampado en las proximidades de Santiago al considerarlos pruebas.