El sindicato de maquinistas Semaf ha acogido con satisfacción la recomendación de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) para que el Ministerio de Fomento instale balizas en los tramos ferroviarios peligrosos que aseguren el frenado automático del tren en el caso de que este rebase el límite máximo permitido.

El secretario general de Semaf, Juan Jesús García Fraile, se mostró ayer partidario de implantar esta medida para evitar que el maquinista "tenga la única responsabilidad para reducir la velocidad" y afirmó que "no se debería esperar" a que ocurran accidentes como el de Santiago de Compostela para aplicarla.

TRAMOS DIFICILES El tren Alvia Madrid-Ferrol descarriló el pasado 24 de julio en una curva próxima a la capital gallega cuando circulaba a 179 kilómetros por hora en un punto en el que el límite máximo permitido era de 80. García Fraile recordó que en España hay muchísimos kilómetros de vías férreas que no son de alta velocidad, como el tramo en el que se produjo el siniestro, por lo que carecen del sistema europeo de frenado automático (ERTMS). También recordó que las puntos "de mayor dificultad" para los maquinistas son los tramos de entrada a las ciudades.

Dos minutos antes del accidente, el maquinista del convoy siniestrado recibió una llamada telefónica del interventor que viajaba a bordo del tren para pedirle que facilitara la bajada de una familia con dos hijos en la estación de Pontedeume. El representante sindical aseguró que los maquinistas y operarios solo utilizan el teléfono móvil de manera "excepcional" y destacó que precisamente en el recorrido de ese tren, entre las localidades de Medina del Campo y Ourense, "no funciona" ningún otro sistema de comunicaciones. García Fraile insistió en que el transporte ferroviario en España "es muy seguro" gracias a las infraestructuras, el material y los profesionales que trabajan en él, pero admitió que, "cuando no está funcionando como tiene que funcionar", es necesario "tomar medidas".