La marea negra que ha acabado ya con cientos de toneladas de marisco en Galicia amenaza ahora con degradar los espacios naturales protegidos. Como si persiguieran la producción de percebes, primero acabaron con el principal banco gallego, en torno al Roncudo, y ahora empieza a hacerlo con el segundo en importancia, en Cedeira, al norte de Ferrol. Además, se ha introducido ya en la primera reserva natural, la laguna de Xuño, en el municipio coruñés de Porto do Son.

El Gobierno ha decidido ganarle la batalla a la marea negra y ha decidido blindar las zonas protegidas. Como casi todas comienzan en aguas tranquilas, las barreras son más efectivas que en la mayoría de la costa, donde el temporal acaba destrozándolas. Ya están selladas las de Valdoviño, Doniños, Eume, Mandeo, Baldaio, Anllóns, Traba, Carnota, Louro, Corrubedo y Umia-Groe.

LAS RIAS BAJAS, A SALVO

Otras zonas amenazadas, como el Parque Nacional Atlántico, que incluye las islas Ons y Cíes, parecen librarse de las manchas. Las Rías Bajas no deberían resultar afectadas, según las previsiones de las autoridades. Los alcaldes no están tan seguros y piden medidas de protección.

La ciudad de La Coruña ya ha tomado diversas medidas ante la posibilidad de que lleguen las manchas. El museo oceanográfico La Casa de los Peces, uno de sus grandes atractivos, ha puesto en marcha un dispositivo de emergencia para salvaguardar las cientos de especies que viven en él en régimen semiabierto, con agua que procede de la bahía coruñesa.

No han tenido tanta suerte otros animales. Un total de 289 aves han aparecido petroleadas en la costa gallega y otras 29 han muerto, según la Sociedad Española de Ornitología (SEO).

Donde ya ha llegado la marea negra es a los arenales de Ferrol. Allí, ha desatado una tormenta política entre los responsables municipales, del Bloque Nacionalista Gallego, y el Gobierno del PP: por la mañana, el alcalde Xaime Bello ordenó el inicio de la limpieza con medios propios, pero, por la tarde, la Delegación del Gobierno le obligó a paralizar las labores y tomó el mando.

Al llegar tan al norte, los kilómetros de costa afectados ya son 400 de los 1.700 con que cuenta Galicia. Todos corresponden a la fachada atlántica, y se extienden desde la frontera con las Rías Bajas hasta los arenales de la comarca de Ferrol, casi a la altura del cabo Ortegal.

TRES MAREAS NEGRAS

El delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, indicó que hay tres grandes mareas negras, la mayor de las cuales está en alta mar y se dirige hacia tierra, pero hacia el norte. Esta mancha corresponde al momento en que se hundió el buque y tiene cinco millas de ancho por seis o siete de largo. Se encuentra a unas 130 millas de Finisterre. Otra de las grandes manchas es la que afecta a Corcubión, y la tercera se encuentra a entre 30 y 60 millas de la costa. De Mesa explicó que cuando cese el temporal barcos especializados "podrán chupar" el fuel de las manchas que se encuentran en el mar.

Observadores del Instituto Hidrográfico Portugués (IHP) descubrieron otras cuatro manchas muy cerca de la zona donde se hundió el Prestige , un avistamiento que confirmó posteriormente un avión de reconocimiento francés, informa Margarida Pinto. No obstante, el portavoz del IHP, el comandante Augusto Ezequiel, aseguró que el fuel no procede de los tanques, sino del que se derramó en el hundimiento.

SUBMARINO

Según el vicepresidente Rajoy, no se ha vertido más crudo desde que el barco se fue al fondo del mar y pronto llegará a la zona un submarino francés capaz de bajar a más de 4.000 metros para comprobarlo, informa Manuel Vilaseró. Rajoy cifró el número de toneladas vertidas en un máximo de 11.000 e instó a todo el mundo a "consultar al Gobierno" antes de publicar "lo que se oye por ahí".