TUtna borbotón de música sale de la habitación de mi hija que me reconcilia con el mundo. Suena Marea , un grupo que no repara en vatios y con unas letras que incendian el aire. Siempre me gustaron los músicos que apuntan a las neuronas, pero es que encima estos muchachos han versionado Señora , de Serrat , que da gusto escucharla. Quién dijo que la inteligencia ha muerto. No todo son melendis y bisbales en el mundo. Recuerdo una viñeta de Quino en Hermano Lobo donde se veía a un tipo en una librería diciéndole al dependiente: "tiene usted el libro Cultura y arte en la edad actual ?" y el librero respondía, "lo siento, no vendemos ciencia-ficción". Era gracioso porque siempre ha tenido su gracia burlarse del tiempo en que le ha tocado a uno vivir. Es fácil y moderno decir eso de que hoy en día está todo echado a perder. Pero la verdad es muy otra. La verdad es que si el país fuera solo la mitad de cutre de como lo pintan en esos programas de la tele donde tienen la habilidad de sacar sólo a chavales que no cruzaron el umbral de la oración subordinada, sería como para ponerse a suplicar que pulsen de una vez el botón rojo y acaben con esta agonía. Pero resulta que no, que sales a la calle y te cruzas con chicos que leen libros de enjundia, que las universidades se llenan de gente a las que les importa un rábano la Belén Esteban , que las salas de conciertos se siguen abarrotando de un público ansioso porque le asaeteen el alma con canciones sinceras y de sustancia. Mago de Oz canta al Quijote, Tierra Santa a Espronceda , La Casa Azul a Serrat , y a los chavales les encanta. El mundo sigue girando. Con tantos idiotas como siempre, con tanta buena gente como siempre. Solo que estos son una marea menos dócil, menos rentable, y los sacan menos por la tele.