Extremadura tiene el privilegio de tener entre sus ciudadanos desde hace un tiempo a una Chevalier de l´Ordre des Palmes Académiques, un nombramiento algo desconocido para muchos, pero que está considerado nada más y nada menos que la máxima condecoración que otorga el Ministerio de Educación Francés. Su protagonista y merecedora de esta distinción ha sido Remedios Cuesta García, una docente que día tras día ha dedicado un intenso trabajo a la difusión de la lengua y la cultura francesa. "Es un nombramiento poco frecuente y reconoce a las personas que han contribuido significativamente a la expansión intelectual, científica y artística de Francia en el mundo" explica esta maestra, hija de emigrantes extremeños de Torrecillas de la Tiesa. "Sentí una emoción muy grande. Sobre todo pensé en mis padres, principales artífices en mi estímulo de seguir formándome desde pequeña", confiesa. Un sentimiento al que se suma una dedicatoria. "Dediqué mi medalla a mis antiguos maestros, profesores y a los compañeros de francés que pueden verse reflejados en mí y a los que pertenece un cachito de mi condecoración", añade.

Con el corazón dividido entre Francia y Extremadura pasó gran parte de su infancia en el país francés, eso sí, siempre con la mirada puesta en su tierra. "Recuerdo que mi padre me llevaba a una escuela de adultos para complementar mi cultura española y visitábamos el Centro Extremeño en París", comenta. El anhelo de sus padres por regresar al pueblo, hizo que con el tiempo Remedios volviera a sus orígenes con once años. Ya en suelo extremeño continuó sus estudios de Primaria en Torrecillas de la Tiesa, donde era conocida como Mari, la francesa ", reconoce ella misma. Posteriormente estudió Filosofía y Letras en Cáceres y se especializó en Francés. Inició el Doctorado con una investigación sobre La problemática del bilingüismo en los emigrantes extremeños de Segunda Generación y aprovecha toda oportunidad para pedir a las administraciones que "mimen y amparen al profesorado".

Cuesta obtuvo además una beca de la Fundación Valhondo Calaff durante tres años consecutivos lo que le permitió terminar su estudio y durante dos años fue becada también por el Ministerio de Asuntos Exteriores. En 1990 aprobó las oposiciones y fue destinada al IES Francisco de Orellana de Trujillo (Cáceres) donde trabaja hoy día como coordinadora de la Sección Bilingüe de Francés junto con Guadalupe Rivas. Aún hoy día, entre clase y clase, confiesa que no hay momento que no añore la cultura francesa, su lengua, su música y sus amigos: "sigo en contacto con todo lo que suena a francés". No es de extrañar que cada noche cierre los ojos con el sonido de la voz de algún locutor de radio francesa.