"He llegado a la conclusión de que la única explicación es que Pepe sea un psicópata", cuenta María Jiménez al principio de Calla canalla , unas memorias dictadas a María José Bosch que han vendido 20.000 ejemplares en 15 días. Pepe es su marido, José Sancho, al que la cantante disecciona. "Es un asesino cobarde que no tuvo huevos para matarme de una vez e intenta hacerlo, poco a poco, volviéndome loca para que sea yo la que me quite de enmedio", sentencia.

Las ventas han convertido a Calla canalla en un best-seller superando con creces a otros volúmenes biográficos puestos a la venta de manera casi simultánea.

A lograr esas ventas ha contribuido la peculiar campaña de morbo creada alrededor del libro. Jiménez y Sancho, que hacía años que no hablaban a solas, han echado un pulso dialéctico que ha convertido 22 años de matrimonio en un acontecimiento de interés público. Tantas acusaciones han intercambiado que Jiménez ha señalado que su relación "puede acabar en el juzgado" y no precisamente para arreglar el divorcio.

La publicación de sus memorias culmina la vuelta a los escenarios de María Jiménez, a la que "una mano negra" y la mala fortuna apartaron de los mismos. La muerte de su hija Rocío, en 1985, le produjo una depresión: "Miraba el bote de somníferos y pensaba en tomármelo entero para evitar enfrentarme al día siguiente".

Hay quien asegura que la borrachera del éxito ha animado a Jiménez a hablar de los malos tratos psicológicos y las humillaciones que sufrió en su relación.

La cantante grabó en los últimos meses de matrimonio, justo cuando descubrió la infidelidad de su marido Sancho, la que sería su triunfal vuelta a los ruedos, Donde más duele .