María José Campanario, la mujer de Jesulín de Ubrique, finalmente no tendrá que pisar la cárcel. La Audiencia de Cádiz la considera culpable de sendos delitos de falsedad documental y estafa en grado de tentativa, al igual que a su madre Remedios Torres, y les impone a ambas una pena de un año y once meses de prisión, aunque podrán eludirla al ser una condena inferior a los 24 meses de cárcel y no contar con antecedentes penales. El fiscal había pedido para ambas cerca de tres años de prisión. De esta forma, el tribunal sí ha estimado que la mujer del diestro trató de conseguir de forma fraudulenta una pensión de incapacidad para su progenitora. Para el cabecilla de la trama, el exjefe de policía de Ubrique y amigo de la familia del torero, Carlos Carretero, el juez ha decretado una pena de cuatro años de prisión como autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial en calidad de cooperador necesario, al tiempo que se le impone una multa de 3.000 euros. Peor suerte ha corrido el otro responsable de la trama, el inspector médico Francisco Casto Pérez, condenado a nueve años y seis meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento oficial y otro de actividad prohibida a funcionario público, en concurso medial con un delito continuado de estafa. Una diferencia de penas que da cuenta del acuerdo alcanzado con la fiscalía a cambio de reconocer los hechos. El juicio por la denominada Operación Karlos por estafa a la Seguridad Social a través del cobro de pensiones de invalidez fraudulentas se celebró el pasado mes de junio y sentó en el banquillo hasta a 26 personas, muchas de las cuales acabaron pactando con la fiscalía para reducir su pena. Solo Campanario y su madre, así como el inspector médico Francisco Casto, evitaron el acuerdo --que suponía reconocer su culpabilidad-- para intentar defender su inocencia con el argumento, en el caso de la mujer del torero, que habían sido engañadas.