El delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, confirmó ayer que la decisión de alejar el Pestige de la costa fue tomada personalmente por el director de Marina Mercante, José Luis López-Sors.

En su declaración ante el juez de Corcubión, De Mesa siguió el guión que habían marcado los otros altos cargos imputados en el caso. El excapitán marítimo de A Coruña, Angel del Real, y el propio López-Sors declararon que nadie se opuso a la decisión de alejar el buque y que el ministro Francisco Alvarez-Cascos, no tuvo relación directa con la iniciativa, aunque la apoyó.

El delegado del Gobierno fue más hermético de lo previsto y sólo indicó que su papel en la crisis del Prestige se limitó a las labores de coordinación entre las administraciones y a "atender" a los medios de comunicación, "siguiendo el principio de voz única".

De Mesa puso en contacto a todas las autoridades que pudieran tener competencias en el asunto, desde los gobiernos autonómico y central a las Fuerzas Armadas, y atender los requerimientos de la autoridad marítima.