Marruecos volvió a mostrar ayer a España su voluntad de aceptar la readmisión de los inmigrantes subsaharianos que llegan a las costas andaluzas y canarias partiendo en pateras desde su territorio. Lo hizo el director general de Asuntos del Interior del país vecino, Mohieddine Amzazi, al secretario de Estado de Seguridad español, Antonio Camacho, durante la séptima reunión del grupo de trabajo hispano-marroquí sobre inmigración.

Si bien no es la primera vez que las autoridades marroquís formulan la misma promesa, quizá sea la ocasión en que ésta tiene más visos de convertirse en realidad por una circunstancia ajena al reino alhauí: Mauritania no ha dudado ni un minuto en admitir a los subsaharianos que llegaron a las Canarias en la reciente crisis de los cayucos, dejando así en evidencia a su vecino.

El anuncio lo efectuó Antonio Camacho en estos términos: "Existe la voluntad de que ambos países ejecuten el acuerdo de readmisión de nacionales de terceros países". Amzazi afirmó acto seguido: "Corroboro todo lo dicho por las autoridades españolas". Y añadió que la cita tenía una gran importancia.