El Gobierno de Marruecos volvió a actuar ayer de forma polémica. Sin dar explicaciones, las autoridades de Rabat se negaron a permitir el acceso a su territorio de la misión técnica enviada por la Unión Europea a Ceuta y Melilla para analizar la grave situación creada por los asaltos masivos de subsaharianos a la valla. Además, la búsqueda desesperada de 40 nigerianos que está realizando la ONU en el Sáhara Occidental demostró que el país magrebí, pese a la promesa de respetar los derechos humanos, ha seguido abandonando a inmigrantes en medio del desierto.

El comisario comunitario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, reveló ayer ante la comisión de Justicia e Interior del Parlamento Europeo que las autoridades de Rabat les impidieron el paso para inspeccionar su lado de la frontera. "No nos han dejado entrar en la zona de Marruecos. Eso es una realidad, no hay que ocultarlo", explicó Frattini.

La Comisión "sólo tiene derecho a visitar los lugares donde es invitada", explicó Frattini. El Ejecutivo comunitario, prosiguió, "tenía la invitación del Gobierno español, pero si no tengo el derecho a visitar otro país, no puedo forzar que se haga". Frattini disculpó a Marruecos con el argumento de que la misión se preparó muy rápidamente y no hubo tiempo para negociar su entrada en un país ajeno a la UE.

ABANDONADOS Mientras tanto, ayer dos helicópteros de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso) buscaban contrarreloj a un grupo de 40 nigerianos que fueron abandonados el lunes por las autoridades marroquís en las cercanías de la localidad de Smara, en el desierto del Sáhara Occidental.

Su situación es desesperada. George, uno de los nigerianos, está en contacto por teléfono con Médicos sin Fronteras (MSF), a la que ha dicho que si no los encuentran tienen las horas de vida contadas. Según el testimonio de este inmigrante, al menos uno de sus compañeros ya ha fallecido en el desierto. MSF ha reducido al máximo sus llamadas pues la batería del aparato está a punto de agotarse.