Espárragos en Marte. Con esta noticia se han despachado los científicos que estudian la información aportada por la sonda Phoenix desde el planeta rojo. Plante una raíz de esta planta herbácea en una maceta llena de tierra marciana y la verdura crecerá sana y feliz. El experimento con la sonda demostró que la tierra del norte es más alcalina de lo que pensaban y está llena de los nutrientes minerales que la planta necesitaría para crecer.

"Básicamente, hemos encontrado lo que parecen ser los nutrientes necesarios para que haya vida, ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro", señaló Samuel P. Kounaves, el experto de la Universidad Tufts al frente de los análisis químicos del experimento. "El tipo de tierra que hay en Marte es muy parecida a la de nuestros jardines, se podrían plantar espárragos en él".

El planeta es hoy seco y frío, con la superficie bombardeada por radiaciones ultravioleta que hacen difícil cualquier forma de vida. Pero estas condiciones podrían haber sido distintas en el pasado, cuando Marte era más "habitable". De hecho, las plantas que necesitan tierra alcalina como el espárrago podrían crecer en suelo marciano si otros componentes que existen en la Tierra --incluyendo aire y agua-- estuvieran también presentes.

LA INCOGNITA En cualquier caso, los descubrimientos preliminares de la sonda Phoenix no contestan a la pregunta del millón: ¿Hubo vida en Marte, o puede que aún la haya en sus entrañas? Lo que sí deja claro es que las condiciones en esta zona del norte no son tan duras como los expertos imaginaban.

La tierra es similar a la de algunas partes de la Antártida, apunta Kounaves, aunque podría ser muy distinta en otras zonas de Marte. En otro de los análisis de la sonda que descendió en el polo norte marciano el 25 de mayo, un pequeño horno calentó un trozo de tierra hasta convertirlo en vapor. "Claramente, este suelo ha estado en contacto con el agua en el pasado", apuntó el jefe de aquel experimento, William V. Boynton, de la Universidad de Arizona, que no puede decir cuándo o dónde estuvo presente el líquido.

El objetivo de la Phoenix es esclarecer si en un pasado remoto el planeta albergó además elementos que pudieron dar origen a algún tipo de vida. La sonda también mezcló agua con tierra para hacer barro y realizó las mismas pruebas que hacen los jardineros para testar las condiciones de la tierra. El experimento midió el nivel de pH, que resultó entre 8 y 9 (7 es considerado neutro) y halló magnesio, sodio y potasio. "Aunque hay aún muchos interrogantes, no hay nada que excluya la vida en Marte. De hecho, parece muy posible", concluyó Kounaves.